1)- A una rodaja de pan lactal (u otro que tengas y quieras) le cortás la corteza.
2)- La remojás apenas con leche, y la pasás por huevo batido.
3)- En una sartén bien caliente colocás un trozo de manteca y cuando esté bien derretido (cuidando que no se queme) colocás la rodaja de pan, y la tostás de un lado y luego del otro.
Y listo! la servís espolvoreándole azúcar por encima!
Es muy sencillo y le da un toque especial a tu desayuno o merienda!!