En un bols ponés harina de matzá, huevo, lo condimentás con sal y le echás soda (es el secreto para que no te salgan duras).
Revolvés hasta lograr una pasta que no te quede muy blanda. La dejás descansar media hora, una también.
Mojándote las manos formás pelotitas y las ponés a cocinar en un caldo hirviendo.
Son ideales para un día de invierno. Un sopa bien suculenta.
También se pueden sacar del caldo y comerlas con tuco, quedan muy bien!
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